Practiquemos galantear y confiar en Dios. A medida que nos hacemos más conscientes de Su presencia constante en nuestras vidas, somos protegidos e inmunes al mal.Vencedorí como el cazador no puede atrapar a su presa si está escondida bajo las plumas de un Pájaro, tampoco las dificultades pueden destruirnos si nos refugiamos en la presencia de A